
En una de las bandejas que hice, apliqué un acrílico diluido como tinte, de manera que las vetas se siguen viendo pero la madera ha cogido color. El motivo va ribeteado con una cenefa con motivos florales pintados.
Una de las cosas que más me gusta de la bandeja, son los tiestos. En uno imité el barro, y los otros son tipo chino. He tenido que restaurar la bandeja, porque tras 12 años de uso, se habían ido eliminando las capas de barniz que lo protegía y había varias zonas estropeadas que he intentado arreglar.
También las esquinas que son las que más sufren, las he restaurado con pasta de madera que he lijado y pintado para posteriormente aplicar de nuevo una primera capa de barniz al agua y tres capas de barniz de poliuretano (sobre todo es importante en la zona donde vamos a poner los platos).
Siempre lijo muy suavemente entre capa y capa de barniz para eliminar pequeños grumos o pelos. Una lija de esponja superfina es lo ideal. De este modo se consigue una superficie final pulida y suave al tacto.

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